Las obras de arte suelen
clasificarse en cuanto a su contenido temático. En la plástica históricamente
podemos hacer mención, a grandes rasgos, de los siguientes grandes
géneros:
- La obra histórica.
- La obra costumbrista.
- El retrato.
- El desnudo.
- El paisaje.
- El bodegón.
La obra de arte histórica fue
valorada durante mucho tiempo como el gran género artístico. La misma se
inspira no sólo motivos estrictamente históricos sino también religiosos y
mitológicos. También se incluye dentro de la misma a la alegoría, la cual es
una figura literaria o tema artístico que pretende representar una idea
valiéndose de formas humanas, animales o de objetos cotidianos.
A diferencia de la obra histórica
la costumbrista es considerada de un género menor, ya que para realizar u
observar la misma no era necesario poseer un gran conocimiento enciclopédico
debido a que su temática era considerada simple y de fácil comprensión. Otra
diferencia con respecto a la histórica es que generalmente se trataba de una
pintura alejada del monumentalismo de aquella otra, es decir que era de menor
escala. El uso de la alegoría también es común dentro de la obra costumbrista.
También se conoce a la obra costumbrista bajo el nombre de pintura de género.
El retrato es la representación
de una persona. Se trató de un género de suma importancia durante mucho tiempo
ya que el artista que los realizaba era requerido por todo aquél que tuviese
acceso económico a esta posibilidad. Debemos recordar que la fotografía no fue
inventada hasta mediados del siglo XIX. En el retrato predomina el rostro y la
expresión del retratado. Es común que el artista también construya la ambientación
dotando así de un mayor perfil simbólico.
Con la invención de la
fotografía, si bien se siguieron realizando retratos (ahora no sólo pictóricos
sino también fotográficos), se liberó a este género, y a la pintura toda, de la
búsqueda de la representación fiel de la realidad (análogon). Esto tendrá
consecuencias fundamentales también en el resto de las expresiones artísticas
de la plástica (escultura, grabado, etc).
Otro género artístico reconocido
históricamente es el del desnudo, si bien sus representaciones podrían
encuadrarse dentro de otros anteriormente mencionados. Tiempo
atrás el desnudo era
sólo bien visto si la representación a realizar tenía una justificación
mitológica o religiosa, siendo la figura representada de manera idealizada.
En el paisaje el artista representa
escenas de la naturaleza, tales como montañas, valles, ríos, etc. Según la
escena que se represente podemos estar hablando de marinas (mar), paisajes
fluviales (ríos), estelares (cielo y espacio), etc. Otra diferencia que puede
establecerse es entre el paisaje natural y el urbano (es decir, de ciudad).
Dentro de la jerarquía de los
géneros el paisaje ocupaba un lugar sólo superior al bodegón.
El bodegón o naturaleza muerta es
una obra de arte que representa objetos inanimados, generalmente extraídos de
la vida cotidiana, que pueden ser naturales (animales, frutas, flores, comida,
plantas, rocas o conchas) o hechos por el hombre (utensilios de cocina, de mesa
o de casa, antigüedades, libros, joyas, monedas, pipas, etc.) en un espacio
determinado. Fue considerado por mucho tiempo un género menor. Durante el
período barroco apareció una vertiente denominada vanitas (vanidad en latín) la
cual dotaba al mismo de un mayor simbolismo representando así lo vacuo de la
vida material la cual tiene su fin inevitable.